viernes, 10 de julio de 2020

Viernes de la Decimocuarta Semana del Tiempo Ordinario

«Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes» Mateo 10,20

Hoy Jesús nos recuerda que Dios nunca nos ha dejado a nuestra propia suerte, sus palabras son una promesa tranquilizadora de que cuando actuamos con verdadera fe y como testigos del Evangelio, Dios nos proporcionará lo que en verdad necesitamos. Porque no se trata solo de nosotros, se trata del Espíritu de Dios trabajando en el mundo a través de nosotros. Oh Señor, abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Amén.

Dios nos bendiga.

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