Viernes de la Décima Segunda Semana del Tiempo Ordinario
«Jesús extendió la mano y lo tocó, diciéndole: Sí quiero, queda curado» Mateo 8,3
Hoy Jesús nos recuerda que Dios siempre es generoso y misericordioso. La historia de la sanación del leproso en el evangelio de hoy nos anima a presentar nuestras peticiones con humildad y esperanza confiando que el Señor nos dará exactamente lo que necesitamos. Pidamos hoy la gracia de comprender que Dios actúa según su voluntad divina, una voluntad divina que en la pequeñez de nuestra humanidad no siempre entendemos, pero que aun así podemos recibir el regalo supremo del amor del Señor hoy. Amén.
¡Dios nos bendiga!
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