Domingo de la Séptima Semana del Tiempo Ordinario
«Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso» Lucas 6,36
Jesús nos recuerda que debemos ser tan misericordiosos como nuestro Padre Celestial es misericordioso. Los cristianos adoramos a un Dios que nos ama tanto que se hizo humano para nuestro bien y que por amor a nosotros entregó su propia vida muriendo en la cruz. Como seguidores del Señor cada uno de nosotros está llamado a ver con los ojos de Dios, a ver a nuestros enemigos como hermanos o hermanas para amarlos, no por el mal hacen, sino para que podamos crecer y formarnos a la imagen de nuestro Padre Celestial para que podamos amar incondicionalmente, sin esperar nada a cambio como él. Pidamos hoy la gracias al Señor de ser como nuestro Padre Celestial y así colaborar para que el mundo en el vivimos llegue a ser un lugar más cristiano. Amén.
¡Feliz domingo!
Dios nos bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario