Martes de la Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
«Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad» Marcos 5,34
Hoy Jesús da a conocer su divinidad a través de su poder sanador. La mujer que había estado sufriendo hemorragia durante doce años fue testigo de la divinidad del Señor y Jesús a su vez fue testigo de su fe oculta y le dio una curación visible. Cristo trae vida donde no la había, y trae luz a los que sufren en la oscuridad de la enfermedad o el pecado. Pidamos la gracia de ser testigos visibles del poder y la autoridad de Cristo y así nuestros corazones cobren vida con el entendimiento de que no debemos temer, sino simplemente tener fe.
Dios nos bendiga.
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