domingo, 22 de mayo de 2022

Llamados a dejarnos guiar por el Espíritu Santo

Homilía Sexto Domingo de Pascua
22 de mayo de 2022
“El Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas.” – Jn 14,23-29


Queridos hermanos y hermanas, ¿cuántos de nosotros hemos deseado alguna vez, en momentos de indecisión, que Dios nos envíe una señal clara de lo que estamos llamados a hacer en ese momento, tal vez un ángel que nos diga exactamente lo que Dios quiere? En momentos como estos, cuando estamos rodeados de confusión y violencia como vive la humanidad con esta guerra entre Rusia y Ucrania, puede ser fácil sentir que Dios nos ha dejado solos para valernos por nosotros mismos, que estamos solos sin una dirección clara.


Queridos hermanos y hermanas, las lecturas de hoy, a medida que nos acercamos cada vez más a la gran fiesta de Pentecostés, son tranquilizadoras. Las lecturas de hoy nos recuerdan que usted y yo no estamos solos, sino que Dios, la Iglesia y las personas que nos rodean nos brindan orientación y apoyo cuando lo necesitamos, siempre que estemos abiertos a las diferentes formas en que el Espíritu Santo opera en nuestra vida diaria.


Queridos hermanos y hermanas, Jesús nos asegura en el Evangelio que el Espíritu Santo, el Abogado, estará con nosotros si nos mantenemos cerca de Dios, si escuchamos la palabra de Dios y permitimos que Dios haga su morada en nosotros. Aunque Jesús ya no está físicamente con nosotros (en su forma humana), su Espíritu está con nosotros para guiarnos a la verdad, para recordarnos las palabras que Jesús habló a los Apóstoles y continúa hablándonos a través de las Escrituras. El Espíritu Santo que habita en nosotros nos habla en nuestro corazón, durante nuestra oración y cuando estamos abiertos a recibir su mensaje.


Queridos hermanos y hermanas, ¿cómo sabemos que el Espíritu Santo nos está hablando? Una forma es permanecer cerca de Dios a través de la oración diaria, la lectura de las Escrituras y los sacramentos. Un tipo especial de oración es el Examen de conciencia antes de irnos a dormir, en el que repasamos todas las cosas que han pasado durante el día y vemos cómo Dios ha estado obrando ese día: dónde recibimos bendiciones especiales, dónde fuimos efectivos en nuestro discipulado y dónde podríamos haber fallado. A través de la práctica diaria de examinar nuestras vidas, podemos ver más fácilmente cómo Dios nos ha hablado ese día, a través de la oración, por ejemplo, o mediante las palabras o acciones de un familiar o un amigo.


Queridos hermanos y hermanas, mientras nos preparamos para celebrar Pentecostés, recordemos siempre que el Espíritu Santo, el Abogado, anhela hablarnos sobre la palabra de Dios y guiarnos por el camino correcto para alcanzar la salvación que Cristo nos ofrece con su muerte y resurrección y ayudar a otros a alcanzar la salvación, pero esto será posibles si estamos abiertos a la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Amén




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