Memoria de San Francisco Javier, Presbítero
«Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos» Mateo 9, 38
Jesús es el cumplimiento de todas las promesas de Dios a su pueblo. Lo que Dios ha prometido, su Hijo lo ha hecho en su nombre. Así como los Apóstoles fueron enviados, la Iglesia tiene el deber de predicar el Evangelio a todos los pueblos de la tierra y así lo hizo San Francisco Javier en su momento. Hoy también Jesús nos llama a cuidar de los enfermos para que puedan experimentar su toque sanador. Dios nos pide que nos opongamos a las maldades del diablo para que las personas puedan experimentar la liberación de su control. Pidamos en este Adviento la gracia de continuar cumpliendo las promesas de Dios levantándose y recogiendo esa cosecha para el Señor que viene.
San Francisco Javier, ruega por nosotros.
Dios nos bendiga.
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