Memoria de San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia
«Porque mi yugo es suave y mi carga, ligera» Mateo 11,30
Hoy Jesús nos recuerda que Dios siempre está disponible para ayudarnos. Dios es eterno nunca se cansa, él creó todo lo que existe y su conocimiento va más allá de nuestro entendimiento. La buena noticia de hoy es que como cristianos no tenemos que hacerlo todo, producirlo todo o ser fuertes a través de todo, porque Dios está siempre dispuesto a ayudarnos. Pidamos por intercesión de San Ambrosio que en estos días de Adviento cuando los problemas nos cansen, abrumen o preocupen recordemos que no estamos solos, que Dios nos ofrece consuelo, amor y apoyo a través de la Iglesia y nuestros hermanos en Cristo que son sus manos y pies para ofrecer fortaleza a los débiles y ofrecer apoyo.
San Ambrosio, ruega por nosotros.
Dios nos bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario