Lunes de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario
«Entonces Jesús le dijo: Anda y haz tú lo mismo» Lucas 10,37
Jesús nos enseña que nuestro Dios es bondadoso y misericordioso con todos. La esencia de la historia del Buen Samaritano es la misericordia de Dios, un judío que fue víctima de robo y golpiza, y ignorado por otros judíos como él preocupados más por la pureza y la ley religiosa que por la compasión, pero que fue ayudado por un samaritano quien acudió en su ayuda y le proporcionó consuelo y refugio, acciones curativas como las de Jesús. Pidamos hoy la gracia de encontrar en nosotros la capacidad de actuar como el buen samaritano como nos encomienda Jesús. Amén
Dios nos bendiga.
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