Viernes de la Tercera Semana de Pascua
«El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna» Juan 6,54
El Señor desea que en este tiempo de Pascua cada uno de nosotros estemos más unidos a él y que esa unión dure por la eternidad. El plan de salvación de Dios nos ha sido presentado en la encarnación de Jesús y transmitido por el poder del Espíritu Santo a través de la Iglesia, las Escrituras y los Sacramentos. Hoy Jesús dice, en verdad, en verdad os digo que si no coméis la Carne del Hijo del Hombre y no bebéis su Sangre, no tenéis vida en vosotros. A menudo, trabajamos para llenar un vacío en nuestras vidas alimentándonos de todo menos de la palabra del Señor, pero nada más llenará ese vacío, porque sólo el Señor puede alimentar y nutrir nuestras almas de la manera que necesitamos para sentirnos plenos y vivos. Hoy el Señor sigue revelándose a nosotros a través de la Eucaristía y cuando lo recibimos nos unimos con Dios y tenemos la oportunidad de abrir nuestro corazón y mente a él y a su plan para nosotros y los demás. Pidamos la gracia de estar dispuestos a escuchar y aceptar el plan de Dios para nuestras vidas aquí en la tierra y si lo hacemos, estaremos con él en la vida después de la muerte. Amén
Dios nos bendiga.
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