Viernes de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario
«Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, crece y se convierte en el mayor de los arbustos» Marcos 4,32
Hoy Jesús nos recuerda con estas parábolas que nuestra fe en Dios puede parecer a veces muy pequeña. Y que es posible que las cosas buenas que hacemos no siempre marquen la diferencia y aunque nuestras vidas puedan no parecer siempre muy especiales, nuestro potencial es inimaginablemente grande. Pidamos la gracia de reconocer que nuestras pequeñas buenas acciones pueden transformar el mundo en un lugar donde todas las personas que aman a Dios pueden encontrar un hogar. Amén.
¡Dios nos bendiga!
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