Martes de la Vigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario
«¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera» Mateo 23:26
Hoy Jesús nos invita a limpiar y fortalecer nuestros corazones para que reflejen la gloria de Dios. No es fácil limpiar lo que hay dentro de nosotros, pero no estamos solos en esta tarea. La gracia de Dios se nos ofrece constantemente. De hecho, tenemos la gracia abundante que se ofrece a través del sacramento de la reconciliación. Además, podemos fortalecer nuestros corazones a través de la Eucaristía. Pidamos la gracia de tener un corazones fuertes y limpios para poder compartir mejor el amor de Dios y atender las cosas esenciales que otros no pueden o no quieren ver. Amén
Dios nos bendiga.
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