Miércoles de la Decimoquinta Semana del Tiempo Ordinario
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla» Mateo 11,25
En el Evangelio de hoy, Jesús alaba al Padre y nos dice que para conocerlo realmente debemos ser como niños. Quizá esto signifique que, como un niño, debemos ser abiertos y humildes, para buscar y encontrar la verdad poniendo nuestra confianza en Dios que siempre responde a nuestro llamado y que espera que también nosotros le respondemos a lo que sea que él nos esté llamando. Pidamos la gracia de confiar en que Dios nos llevará a donde debemos estar y como un niño debemos poner nuestra mano en la suya y seguirlo porque Él estará con nosotros. Amén
Dios nos bendiga.
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