Miércoles de la Vigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
«Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo reconocen» Lucas 7,35
Si queremos seguir verdaderamente a Jesús, necesitamos crecer en sabiduría. Jesús es la personificación de la sabiduría, Él conoce plenamente lo que nosotros solo podemos ver parcialmente y si queremos ser como Jesús, seguirlo verdaderamente, necesitamos crecer en sabiduría. La sabiduría es un don que viene de la experiencia y de dejar que Dios nos forme, si estamos abiertos a aprender a través de nuestros sufrimientos, alegrías, pérdidas y ganancias, creceremos en conocimiento y comprensión de los caminos del Señor y su plan de salvación, Dios nos dará los dones espirituales de fe, esperanza y amor: las claves de la verdadera sabiduría. La sabiduría nos enseña que Dios es el único que ve con claridad. No importa cómo nos parezca algo, confiamos en que Dios está obrando y aprendemos a estar abiertos al misterio, a las sorpresas y a esperar lo inesperado cuando se trata de Dios. Pidamos hoy a Jesús su sabiduría para ver cómo él ve y pidámosle que nos ayude a reconocer su presencia dondequiera que lo encontremos cada día. Amén.
Dios nos bendiga.
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