miércoles, 11 de septiembre de 2024

Llamados a ser Bienaventurados dependiendo totalmente de Dios

Miércoles de la Vigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario

«Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios» Lucas 6,20

Hoy las enseñanzas de Jesús en el Evangelio pueden sonar bastante extrañas para nuestros oídos modernos. Normalmente no pensamos en la pobreza, el hambre o la tristeza como momentos de bendición, por el contrario, tendemos a verlas como condiciones que se deben evitar a toda costa, pero tampoco pensamos en la riqueza o la felicidad como cosas de las que hay que arrepentirse o evitar. Entonces, ¿por qué Jesús cambiaría nuestra forma natural de pensar humana? Hoy Jesús nos recuerda, de una manera muy particular con las Bienaventuranzas, que sólo en los momentos de verdadera necesidad espiritual, emocional y física nos damos cuenta de nuestra total dependencia de Dios, y solo con su gracia, podemos encontrar el valor y la fuerza para recurrir a él en esos momentos difíciles. Pidamos la gracia de pensar en Dios en todo momento y en la bendición que sólo él puede dar y no poner nuestra confianza en lo que tenemos, especialmente en las cosas materiales de este mundo, pero cuando nuestro corazón y nuestra vida se desgarran a causa de la tristeza o el dolor, podemos buscar al Señor y conocer la bendición que él ofrece. Amén

Dios nos bendiga




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