Miércoles de la Segunda Semana de Cuaresma
«El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir» Mateo 20,28
Ser servidor, ser esclavo, tal y como nos lo pide Jesús es imposible para nosotros, es algo que queda fuera del alcance de nuestra pobre voluntad: hemos de implorar, esperar y desear intensamente que se nos concedan esos dones. La Cuaresma y sus prácticas cuaresmales nos recuerdan que para recibir esos dones nos debemos disponer adecuadamente.
Dios nos bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario