«No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan» Lucas 5,32
Escuchar la llamada de Dios es sentir como nos toca el corazón como nos transforma, como le da sentido a nuestra vidas llenas de vacío, atormentadas por los ruidos del mundo, porque Jesús mira el fondo de nuestro corazón, los más hondo que ni nosotros conocemos, y nos llama, nos invita a levantarnos de nuestra comodidad y comenzar a VIVIR de nuevo, porque necesitamos de Él.
Feliz fin de semana.
Dios nos bendiga.
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