Llamados a vivir en libertad entrando por la puerta angosta

Martes de la Duodécima Semana del Tiempo Ordinario

«Estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida» Mateo 7,14

Hoy el Señor nos invita a discernir bien ya que las decisiones que tomamos tienen consecuencias a largo plazo. El Evangelio de hoy nos dice que tenemos el libre albedrío y la elección de obedecer o no. La libertad que Dios nos da a través de la ley natural es la opción de elegir al Señor o no elegirlo, como cristianos tenemos la libertad, el poder, arraigado en la razón y en la voluntad, de actuar o no actuar. Las palabras de Jesús, entonces, no nos presentan tanto una elección, cuanto nos mandan a usar la libertad que Dios nos ha dado, y perfeccionada en la imitación de Cristo. No hay verdadera libertad sino al servicio del bien y de la justicia, Cristo nos está ordenando que seamos libres. La puerta ancha conduce al camino más ancho de la vida, mientras que la puerta estrecha conduce al camino más angosto de la vida. Pidamos hoy por la gracia de tener verdadera libertad en Cristo, para que podamos encontrarnos entrando por la puerta estrecha. Amén

Dios nos bendiga.