Viernes de la Novena Semana del Tiempo Ordinario
«Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo? » Marcos 12,35
Hoy Jesús nos recuerda que su verdad es sanadora y conduce a la plenitud de la vida y el gozo. Como cristianos nosotros creemos que Jesús es de origen divino y humano y esto solo podemos creerlo gracias al don de la fe, fe a veces es desafiada por los criterios de este mundo. Nuestra fe en la persona y la palabra de Jesús deben ayudarnos a proceder con humildad y considerar que tal vez no tengamos una comprensión plena y clara de la verdad, y pedirle al Señor que nos ilumine, porque sólo en él encontramos esa verdad liberadora, sanadora y que lleva a la plenitud de vida y al gozo en todo lo que hacemos a diario. Pidamos la gracia de que nuestro corazón esté lleno y se ilumine con la alegría de la fe para compartirla con los demás y así llegar a conocer y amar más plenamente a Jesús. Amén
Dios nos bendiga.
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