Memoria de San Ireneo, Obispo y Mártir
«Todo árbol bueno da frutos buenos y el árbol malo da frutos malos» Mateo 7,17
Hoy Jesús nos advierte sobre los falsos profetas que compiten por nuestra atención ofreciéndonos bienestar y felicidad. Como cristianos es fundamental que sepamos distinguir las voces falsas de las verdaderas. Hoy Jesús dice, por sus frutos los conoceréis. Las cosas que son de Dios y que conducen a Dios son vivificantes, veraces y buenas. Por nuestro bautismo somos llamados a vivir una fe activa y misionera, ese es el fruto que damos. Pidamos por la intercesión de San Irineo la gracia de mantenernos sanos y crecer en nuestra vida interior con la ayuda de los sacramentos, la intimidad con Dios en la oración y las Sagradas Escrituras. San Ireneo, ruega por nosotros.
Dios nos bendiga.
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