Fiesta de san Lorenzo, Diácono y Mártir
«El que me sirve será honrado por mi Padre» Juan 12,26
Hoy es la fiesta del diácono romano, San Lorenzo, que fue martirizado en el año 258 D.C. Una de las historias famosas que rodean su leyenda es que presentó a los pobres de la ciudad al magistrado en respuesta a la orden de ese funcionario de llevarle las riquezas de la Iglesia. Esto no agradó al magistrado, como uno podría imaginar, y fue un factor que contribuyó al martirio de Lorenzo. Ciertamente nada de lo que el Señor nos ha dado vale más que nuestra propia vida. Ningún tesoro terrenal puede compararse con el de todos y cada uno de los seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios. Además, cada alma tiene un caudal de riquezas en gracia, virtud y los dones y frutos del Espíritu. Como cristianos debemos valorar la fe y las personas, especialmente de los más humildes de nuestra sociedad, como la riqueza de la Iglesia. Pidamos la gracia de confesar nuestros pecado, profesar nuestra fe, meditar la palabra y recibir los sacramentos de la Eucaristía, y así anunciar a todos los que este es nuestro tesoro aquí en la tierra y en el reino eterno. Santa San Lorenzo, ruega por nosotros.
Dios nos bendiga.
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