Miércoles de la Decimonovena Semana del Tiempo Ordinario
«Todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo» Mateo 18,18
Hoy Jesús nos llama a ser ministros de la misericordia y sanidad. Desde el día de nuestro bautismo hemos sido redimidos por Cristo para vivir la plenitud del reino de Dios, una plenitud que no es una relación vertical, sino horizontal y comunitaria en la que Dios nos da la gracia de construir y fortalecer nuestra relación con los demás cuando se rompen. Al otorgar a los Apóstoles el poder de atar y desatar, Jesús instituyó el sacramento de la penitencia y la reconciliación; en este sacramento el sacerdote representa a Cristo y a la Iglesia. Cuando somos reconciliados con Dios en el sacramento, somos reconciliados con Dios y la Iglesia. Pidamos hoy la gracia de que mientras buscamos la comunión con Jesús su amor y misericordia abran nuestros corazones a la reconciliación de la Iglesia, unida como el cuerpo de Cristo, transformemos el mundo. Amén
Dios nos bendiga.
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