Viernes de la Primera Semana del Tiempo Ordinario
«Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa» Marcos 2,11
Hoy Jesús nos recuerda que nuestra fe puede transformar la vida de los demás. En el Evangelio de hoy escuchamos otro milagro de curación. A menudo, en los relatos de estos milagros, el individuo que recibe la curación tiene gran fe en que Jesús puede sanarlo. Hoy, sin embargo, escuchamos que los cuatro hombres que bajaron la camilla por el techo eran los que tenían fe en que Jesús podía sanar al paralítico. La fe, si bien es una virtud que reivindicamos para nosotros mismos, también es una virtud de una comunidad. La fe de otros en nuestro nombre puede tener un gran impacto en nosotros y es por eso que Marcos se centra en los cuatro hombres que tenían suficiente fe para que Jesús pudiera sanar a su amigo que estaba paralítico. Pidamos hoy la gracia de reconocer que Jesús puede hablarnos, incluso a través de los demás y de su fe para fortalecernos y seguir avanzando. Amén
Dios nos bendiga.
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