martes, 12 de noviembre de 2024

Llamados a ser ser sirevos humildes

Memoria de San Josafat, obispo y mártir

«No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer» Lucas 17,10

Hoy el Señor no se llama a hacer ciervos humildes que sigan su ejemplo y el ejemplo de los santos mártires como San Josafat. Nuestro Evangelio nos recuerda que no se nos debe nada. Necesitamos trabajar duro y servir a los demás no por reconocimiento o recompensa, sino porque es lo que estamos llamados a hacer, proeque la generosidad de Dios hacia nosotros no es merecida por nuestra parte pero Él nos da porque nos ama, no porque nos lo “ganemos”. Nuestra respuesta a esa generosidad es una actitud amorosa de servicio a Aquel que nos ha dado todo. Jesús pronuncia las palabras del Evangelio de hoy después de que los Apóstoles le pidieran que aumentara su fe. Les dice que adopten la actitud de un siervo inútil, cuyo deber es trabajar para el amo. De manera similar, los discípulos sirven al Señor haciendo lo que se les manda. El Vivir como siervos implica humildad. Es una transformación de nuestro corazón para encontrar maneras de servir a los demás y una renuncia a los deseos egoístas. Es la conversión auténtica la que nos lleva a la salvación.
San Josafat, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga







martes, 5 de noviembre de 2024

Llamados a aceptar la invitación del Señor viviendo a su servicio

Martes de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario

«Dichoso aquel que participe en el banquete del Reino de Dios» Lucas 14, 15

Hoy somos llamados a aceptar la invitación del Señor viviendo al servicio de él. Todos hemos recibido invitaciones a grandes eventos que nos ofrecen la opción de responder si planeamos asistir o no. Lo viejo es nuevo otra vez: la historia de Jesús sobre la gran fiesta de hoy en el Evangelio se desarrolla en tiempo real incluso en nuestro mundo moderno, todos tienen una razón o una excusa justificada para perderse un evento. La parábola de Jesús tiene como objetivo reflejar la fiesta celestial a la que hemos sido invitados, una fiesta a la que tenemos la opción de aceptar, o no, el don de la vida eterna que se ofrece a través de la fiesta de bodas del Cordero, que es Jesucristo. Y aunque la invitación a la fiesta de la vida eterna puede no venir con una tarjeta física, ciertamente viene con una espiritual, mediante la cual indicamos nuestra aceptación o rechazo por la forma en que llevamos nuestra vida de fe. Recordemos que el Señor nos ha bendecido abundantemente en esta vida, y en su generosidad desea que lleguemos a vivir con él para siempre en la próxima, pero es el propósito y la meta de la vida de fe las razones que podemos ofrecer para rechazar una invitación en este mundo pueden ser las mismas que usamos para rechazar esta invitación espiritual, o al menos, si no es un rechazo total, postergamos la respuesta, estamos ocupados, tenemos otras prioridades y eso ya debería indicar un problema o lo más triste, nos sentimos indignos. Pero bienaventurados nosotros que hemos sido invitados a esta cena, y aunque no somos dignos, él ha dicho la palabra y hemos sido sanados. Amén

Dios nos bendiga.




jueves, 31 de octubre de 2024

Llamados a colaborar con la obra salvadora de Jesús

 Jueves de la trigésima semana del Tiempo Ordinario

«¡Jerusalén, Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas que Dios te envía!» Lucas 13,34

Podemos confiar en la ayuda de Dios y en la obra salvadora de Jesús en nuestras luchas diarias. Nosotros sabemos que podemos confiar en Jesús en todo momento, en el Evangelio de hoy, él se dirigió resueltamente a Jerusalén, sabiendo que enfrentaría el sufrimiento y la muerte, Jesús en todo momento habló de cumplir su propósito: sufrir y morir en la cruz y resucitar de entre los muertos para traer la salvación a todos nosotros. Por lo tanto, en la medida en que él ha ganado la batalla principal por nosotros, sin duda podemos confiar en él en tiempos de problemas o tentaciones. Él estará con nosotros en todas nuestras batallas si lo invocamos. Amén

Dios nos bendiga.






martes, 29 de octubre de 2024

Llamados a ser transformados por el reino de Dios

Martes de la trigésima semana del Tiempo Ordinario

«Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande» Lucas 13,19 

Dios permite que el reino de Dios eche raíces en nosotros y florezca. El reino de Dios tiene un poder transformador enorme y exponencial, es por eso que si tenemos un papel que desempeñar en el reino de Dios, debemos acoger la invitación y participar en su vida, pero no depende de nosotros. Recordemos que Dios ha proporcionado la semilla de mostaza y ha ofrecido la levadura, solo Dios ha creado los entornos para que prosperen y crezcan. Cuidamos la semilla, amasamos la masa del pan, pero la gracia de Dios las cambia y las renueva desde dentro, conformándolas cada vez más a su forma perfecta y alejándolas de cómo aparecieron por primera vez en el mundo, lo ordinario se convierte en extraordinario. Y si Dios puede hacer eso con una semilla de mostaza y una masa de harina, puede hacerlo con cada uno de nosotros, ya sea que nuestras vidas sean desordenadas o aburridas y nuestras almas blanqueadas o muestren cicatrices, nuestro Padre celestial permite que el reino de Dios eche raíces en nosotros y florezca. Pidamos hoy al Señor la gracia que al servirlo a él y que con nuestras palabras y acciones ayudemos a que el reino crezca en el mundo, no solo en nuestros propios corazones, para que la esperanza se encienda donde antes no la había y si lo hacemos es porque ya hemos sido transformados por Cristo, y es lo que ahora somos. El poder de la transformación... es el reino de Dios. Amén

Dios nos bendiga.




lunes, 28 de octubre de 2024

Llamados a orar siguiendo el ejemplo de Jesús

Fiesta de los Santos Simón y Judas, Apóstoles

«Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios» Lucas 6,12

El Evangelio de hoy nos presenta a Jesús orando en la montaña antes de elegir a sus apóstoles, incluidos los santos Simón y Judas, cuya fiesta celebramos, y con su oración, Jesús ejemplificó la vida santa, obediente y relacional plena que debemos seguir. Jesús es nuestro maestro, nuestro Salvador, nuestro redentor y nuestra piedra angular y a través de Jesús toda la estructura se mantiene unida y crece hasta convertirse en un templo sagrado en el Señor. Jesús es nuestra piedra angular, una piedra clave, una pieza final de arquitectura generalmente piedra que se coloca al construir un arco o una bóveda. Aparte de todas las maravillas arquitectónicas de una piedra angular como metáfora de Cristo y la Iglesia, lo que podemos ver en las Escrituras de hoy es que la pieza que mantiene todo unido, que repara lo que está roto, es Jesucristo, Jesús sufre y muere por nosotros, nos redime y nos reconcilia, y ora, ya que la oracioón es el fundamento de esta vida, de esta Iglesia, de este reino, es el amor, es la relación, es la oración. Incluso Jesús empezó todo con la oración. ¡Qué acto tan profundamente sencillo de seguir!
Santos Simón y Judas, Apóstoles, rueguen por nosotros.

Dios nos bendiga.




jueves, 24 de octubre de 2024

Llamados a seguir a Jesús en medio de nuestros desafíos

Memoria Opcional de San Antonio María Claret, Obispo

«¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división» Lucas 12,51

En el Evangelio de hoy, tenemos una prefiguración de la vida cristiana y el sacrificio que implica. Jesús viene a prender fuego al mundo, con su misericordia, gracia, poder y Espíritu Santo, por eso el mismo Jesús dice, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Jesús anhela el momento en que su pueblo se reconcilie con el Padre a través de él. Pero el mismo Jesús nos advierte que hasta en la familia habrá oposición y divisiones, pero este es el costo del discipulado, esto es lo que está en juego cuando lo damos todo para seguir a Jesús, así como lo hizo San Antonio María Claret. Pero debemos recordar que la paz eterna que Jesús ofrece es real y verdadera, pero el camino hacia ese fin puede llevar a conflictos aquí en la tierra y eso está bien, porque de otra forma sería renunciar al gran don del libre albedrío.  San Antonio María Claret a quien hoy recordamos nos recuerda que la vida cristiana implica sacrificio y sufrimiento y que a través de los costos incurridos obtenemos sólo un atisbo de la verdadera comprensión de qué acto profundamente desinteresado fue la muerte de Jesús en la cruz para que pudiéramos reconciliarnos con Dios Padre, pero Jesús nunca dijo que seguirlo sería fácil, más bien, habla honestamente de los desafíos y promete que las recompensas del cielo serán mucho mayores de lo que podríamos imaginar.
San Antonio María Claret, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga.





miércoles, 23 de octubre de 2024

Llamados a comaprtir con los demás lo que Dios nos ha dado

 Memoria Opcional de San Juan de Capistrano, Presbítero

«Al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más» Lucas 12,48

Hoy se nos recuerda que cuanto más nos da Dios, más tenemos para dar a los demás. El amor de Dios lo abarca todo y ese amor creó a la humanidad por amor, y ese amor no ha disminuido, pero ese amor, nos hace responsables de nuestras palabras, acciones y silencios. Es por eso que Jesús nos dice hoy que seremos responsables de cómo utilizamos los recursos, dones y oportunidades que Dios nos ha dado, porque se le pedirá mucho a la persona a quien se le confió mucho, y aún más se le pedirá a la persona a quien se le confió más. Porque nuestro deber y responsabilidad están conectados en primer lugar y sobre todo con el bautismo. Allí recibimos el don del Espíritu Santo y de la fe y por eso tenemos el privilegio de conocer la verdad de las enseñanzas de Jesús, tenemos a nuestra disposición recursos y bienes de este mundo, pero sobre todo tenemos la gracia sacramental, tenemos talentos y habilidades, sufrimientos y experiencias. Debemos recordar que todo esto viene de Dios, y lo que hemos recibido como don lo hemos de utilizar al servicio del reino. Dios siempre toma lo que ofrecemos y lo multiplica, así que ¿qué otra cosa sino el bien puede surgir de emplear para su gloria toda la bondad que hemos recibido de él?
San Juan de Capistrano, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga.




viernes, 18 de octubre de 2024

Llamados a ser discípulos que proclaman y vivan la buena nueva

Fiesta de San Lucas, Evangelista

«Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos» Lucas 10,9

Hoy somos llamados a preparar el camino para Cristo promoviendo la paz y la reconciliación. La Iglesia celebra hoy, la fiesta de san Lucas, el evangelista, en el Evangelio, escuchamos que Jesús envía discípulos a los lugares que planea visitar para preparar el camino. Esta misión adicional de 72 discípulos es única en el Evangelio de Lucas, lo que hace que algunos exegetas bíblicos sugieren que Lucas mismo estaba entre los 72 que recibieron las instrucciones para la misión evangelizadora. Jesús les advirtió que encontrarán con algunas personas o comunidades que serían hostiles a su mensaje. Sin embargo, cuando llegan a una casa, se les dice a los discípulos que los saluden con la paz 'Que la paz reine en esta casa', porque este saludo es una oferta de salvación y aceptar la paz es aceptar el reino de Dios, pero que donde sean bienvenidos, los discípulos deben quedarse y comer y beber lo que se les ponga delante. Deben curar a los enfermos y proclamar la cercanía del reino de Dios. Aunque los discípulos pueden curar enfermedades en nombre de Jesús, esto es sólo una señal de la sanación que está por venir. Sólo Dios puede perdonar los pecados, y es la muerte de Jesús en la cruz la que hará posible nuestra reconciliación con el Padre. Así como los setenta y dos prepararon el camino para que Jesús entrara en pueblos que tal vez no aceptaran su mensaje de paz, la Iglesia está llamada a proclamar el reino de Dios a un mundo que a menudo es hostil a los valores del reino de Dios. Hoy cada bautizado tiene la misma misión de proclamar que el reino de Dios está cerca, primero, debemos hacer las paces con Dios y con los demás, arrancando el pecado de nuestros corazones y haciendo reparación, y luego, como los 72 discípulos entre los que estaba Lucas y nos convertimos en personas de paz y reconciliación, preparando el camino para el reino de Cristo trayendo sanación y esperanza al mundo.
San Lucas Evangelista, ¡ruega por nosotros!


Dios nos bendiga.




miércoles, 16 de octubre de 2024

Llamados a entregar a Dios todo lo que somos

Memoria de Santa Margarita María Alacoque, Virgen

«¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse cuenta!» Lucas 11,44

Hoy recordamos a Santa Margarita María Alacoque a quien debemos la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Las lecturas de hoy nos desafían a comprometernos a seguir la voluntad de Dios. En el Evangelio, Jesús reprende a los fariseos por dos cosas, primero porque ellos obedecen más la letra de la ley de Dios pero ignoran el espíritu de la ley amor y misericordia, y segundo Jesús los critica por su ego y orgullo, por buscar los asientos de honor en la sinagoga y el reconocimientos públicos de los demás, Jesús les recuerda que ellos solo se centran en sus deseos, su comodidad y su voluntad, y no en la voluntad de Dios. Hoy somos llamados a examinar nuestro propio corazón y así poder ver qué partes de nosotros mismos nos resistimos a entregar a Dios y qué aspectos no hemos seguido los mandatos del Señor, en favor de nuestros propios deseos y nuestra comodidad. Al recibir a Jesús, pidámosle la fuerza para dejar de lado nuestra voluntad y permitir que Dios dirija nuestra vida.
Santa Margarita María Alacoque, ¡ruega por nosotros!

Dios les bendiga.




lunes, 14 de octubre de 2024

Llamados a ser un signo fiel de la misericordia del Señor

Lunes de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

«La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás» Lucas 11,29

Nadie sabe cuándo volverá Cristo; nadie sabe cuándo llegará su día de juicio. Para estar preparados para encontrarnos con el Padre, debemos arrepentirnos de nuestras malas acciones y experimentar la misericordia y el perdón de Dios. Nuestra verdadera libertad reside en vivir conforme a Cristo y convertirnos, nosotros mismos, en un “signo” fiel de testimonio para los demás. A través de la confesión y el perdón, nos humillamos y rompemos las cadenas que nos atan a nuestros pecados y podemos experimentar la misericordia de Dios, y es a través de esto que experimentamos la verdadera libertad. Si no podemos arrepentirnos, entonces somos parte de la generación malvada. Es decir, en lugar de preparar nuestros corazones para el Señor, nos quedamos de brazos cruzados en las profundidades del pecado esperando una señal de que Cristo está cerca. Si esperamos una señal, será demasiado tarde. Si queremos experimentar la vida eterna con Cristo, no podemos ser esclavos de este mundo pecador. Debemos dejar de lado el orgullo, la vanidad, la envidia y la ociosidad, y trabajar para preparar nuestra casa para la venida de Jesús. Si siempre estamos en un estado de preparación, entonces estamos viviendo verdaderamente para el Señor y ya estamos experimentando un sabor de libertad al seguirlo y servirlo. Amén.

Dios nos bendiga.





sábado, 12 de octubre de 2024

Llamados a escuchar la palabra de Dios para ser bendecidos

Sábado de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica» Lucas11,28

Hermanos y hermanas: Nuestra breve lectura del Evangelio es de Lucas. Nos transporta al tiempo de Jesús en la tierra, cuando enseñaba y atendía a los necesitados. La multitud se asombró al verlo expulsar demonios. Una mujer declaró con alegría: Bendito el vientre que te llevó. Jesús no niega que nuestra madre María sea bendita, pero informa a la mujer, así como a la multitud, que aquellos que escuchan la palabra de Dios y la guardan también son benditos. Se refiere a todos los creyentes de su tiempo en la tierra, así como a través de los siglos de fe cristiana. Y eso nos incluye a nosotros aquí hoy. Somos parte de la familia de Dios, al igual que lo fueron los israelitas, y al igual que lo fueron sus discípulos y seguidores cuando Jesús caminó en esta tierra. Según el Evangelio de hoy nosotros también somos bendecidos si escuchamos la palabra de Dios y la seguimos, así pues, el encargo que se nos ha encomendado a cada uno de nosotros hoy aquí es el siguiente: estamos escuchando la palabra de Dios ahora mismo y Él quiere que participemos en su salvación para el mundo. La elección, entonces, está en nuestro poder. Si elegimos aceptar todo lo que Jesús enseña, seremos bendecidos, esa es la promesa de Dios. Y tenemos esa elección. Por medio de la fe, somos hijos de Dios. Hoy, animémonos unos a otros a seguir a Jesús aún más de cerca y fielmente que ayer. Las bendiciones son más poderosas de lo que jamás podremos comprender plenamente. Amén.

Dios nos bendiga




jueves, 10 de octubre de 2024

Llamados a tener un sano hábito de oración diaria

 Jueves de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá» Lucas 11,10

Ayer, Jesús nos ofreció el Padre Nuestro como modelo para nuestra oración personal diaria, pero hoy nos anima a ser constantes e insistentes en nuestra forma de orar, sin embargo, a menudo, las personas comparten que no tienen un hábito regular de oración. Es algo que hacen cuando tienen unos momentos libres, o puede ser algo que dicen en una emergencia o una crisis, el estímulo de Jesús para nosotros hoy es que abordemos la oración desde una perspectiva diferente, Jesús nos anima a crear un hábito saludable de oración diaria. Al igual que con los hábitos no saludables, un hábito saludable requiere tiempo y esfuerzo para establecerse y convertirse en algo que esperamos con ansias cada día, por eso debemos perseverar en nuestra oración diaria y en ella pedir lo que en verdad necesitamos, no lo que se deseamos o queremos, Jesús nos recuerda que sabemos cómo hacer esto, damos a nuestros hijos lo que necesitan, no siempre lo que quieren, y ciertamente nada dañino y como dice el viejo refrán, Dios nos dio dos oídos y una boca por una razón, que nuestra oración sea más sobre escuchar la voluntad de Dios y menos sobre nuestros propios deseos y anhelos. Amén

Dios nos bendiga.




miércoles, 9 de octubre de 2024

Llamados a tener una realación de amor con Dios Padre

Memorial de San Dionisio, Obispo y Mártir, y sus Compañeros Mártires

«Jesús les dijo: Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino» Lucas 11:2

Hoy el Señor nos enseña a orar. Jesús nos anima a llamar a Dios “Padre nuestro”. Esta oración es una manera muy personal de relacionarnos con Dios en la que ofrecemos nuestra alabanza al nombre de Dios y pedimos humildemente la venida del reino de Dios, no el nuestro, y en la oración del Señor solo pedimos lo que necesitamos, no lo que queremos, necesitamos el sustento diario y necesitamos el perdón y la misericordia, ofrecidos y recibidos. Aprender a rezar el Padre Nuestro puede ser uno de nuestros primeros recuerdos, porque el Padre Nuestro es una de las primeras oraciones que aprendemos cuando somos niños y es por eso que la oración del Padre Nuestro puede resultarnos tan familiar que podemos rezarla rápidamente, sin prestar mucha atención a las palabras de la oración, o lo que en la oración le pedimos a Dios. Pero esta oración debemos rezarla con paciencia y atención, para que podamos centrarnos en la relación de amor que Dios quiere tener con nosotros y reflexionar atentamente sobre lo que realmente necesitamos y sobre aquellos que necesitan nuestro perdón hoy.
¡San Dionisio y sus compañeros mártires, rogad por nosotros!

Dios nos bendiga.




martes, 8 de octubre de 2024

Llamados a acercarnos a Jesús para crecer en el amor y el servicio

Martes de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

«María escogió la mejor parte y nadie se la quitará» Lucas 10,42

Hoy Dios nos llama a escuchar sus enseñanzas. A lo largo de los Evangelios, Jesús enseña claramente la importancia del trabajo duro y del servicio, Jesús ve y valora nuestro trabajo, nos fortalece para que entreguemos nuestras vidas al servicio de los demás pero hoy Jesús nos invita a acercarnos, a sentarnos a sus pies, a prestar atención a esta cosa particular que llamamos adoración. Porque así es como Dios nos hizo, estamos hechos para el amor y la comunión con Dios.  Somos finitos, el Dios que nos apartó desde el vientre de nuestra madre entiende de lo que somos y no somos capaces. Dios, que nos conoce íntimamente, nos llama, por su gracia, a estar presentes, a sentarnos y escuchar su enseñanza, a discernir en oración lo que nos pide que hagamos en cada momento de nuestro día. Y aquí, en esta liturgia, participamos en la vida divina de la Trinidad, un intercambio eterno de amor entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, esta acción, esta participación litúrgica, es nuestro derecho y deber por el bautismo es la mejor parte; no la demos nunca por sentada. Pidamos la gracia de acercarnos a Jesús como María para crecer en el amor por él y así ser fortalecidos para el servicio al que estamos llamados a medida que avanzamos en nuestro discipulado. Amén

Dios nos bendiga.




lunes, 7 de octubre de 2024

Llamados a tratar a los demás con amor y misericordia

Memoria de Nuestra Señora del Rosario

«Entonces Jesús le dijo: Anda y haz tú lo mismo» Lucas 10,37

En el evangelio de hoy hay dos puntos clave, primero, que cualquier persona que encontremos es nuestro prójimo, sin importar el grupo al que pertenezca y el segundo punto es que el amor y la misericordia están en el corazón de la ley y deben tener precedencia en la acción correcta. En su intercambio con el estudioso de la ley en el Evangelio de hoy, Jesús articula que todos debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, con todo nuestro ser, con todas nuestras fuerzas y con toda nuestra mente, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Pero, ¿quién es nuestro prójimo? Jesús, como suele hacer, responde con una parábola. Pero el samaritano no es el bueno de la parábola porque cuida al hombre herido. El samaritano es nuestro ejemplo porque reconoce que la humanidad y la dignidad de este hombre están por encima de cualquier otra descripción, en el papel, son enemigos, en el reino, son vecinos y hermanos. Jesús le dijo al doctor de la ley, ve y haz lo mismo, pero también nos lo dice a nosotros pero lo que más importa al seguir la ley de Dios es tratar a los demás con amor y misericordia. Jesús proclama que vivir una vida rebosante de amor y misericordia hacia los demás, especialmente hacia los oprimidos, es la clave para la vida eterna. Pidamos hoy la gracia de poder reflexionar sobre cómo consideramos a todos y cada uno como nuestro prójimo. Nuestra Señora del Rosario, ¡ruega por nosotros!

Dios nos bendiga.





jueves, 3 de octubre de 2024

Llamados a anunciar esa Buena Noticia al mundo

Jueves de la Vigésimo Sexta Semana del Tiempo Ordinario

«Pónganse en camino; los envío como corderos en medio de lobos» Lucas 10,3

La tarea de compartir el mensaje del Evangelio pertenece a todos los bautizados. El Evangelio de hoy habla a todos los bautizados y a nuestra misión común de compartir la Buena Nueva, Jesús envía a sus seguidores a las ciudades y pueblos, y nosotros, que lo adoramos aquí hoy, también somos enviados desde esta Misa a compartir el Evangelio con el mundo. El Evangelio de hoy nos recuerda que Jesús sabe que cuando sus discípulos se pongan en camino, se encontrarán con una variedad de respuestas: algunos los recibirán con gran alegría, otros con indiferencia e incluso rechazo. Pero, sin importar la respuesta, ellos deben permanecer firmes y enfocados –firmes en su fe mientras oran para que el dueño de la mies envíe más trabajadores, y enfocados en que, sin importar cómo sean recibidos, no deben desesperarse y permanecer comprometidos con la proclamación del Evangelio. Hoy También esta es nuestra responsabilidad como bautizados y formados en la Palabra y el Sacramento, por eso somos enviados, exhortados y animados a permanecer firmes en nuestra fe y enfocados en nuestra resolución y podemos enfrentar obstáculos que no son diferentes a los que experimentaron los discípulos: rechazo, indiferencia, ignorancia y tal vez incluso nuestros propios tropiezos de duda y desesperación, junto con las trampas de la tentación y el pecado. Pero nada de esto sorprende a Dios. Así como conoció a sus discípulos, el Señor nos conoce a nosotros. Él sabe de lo que somos capaces y es mucho más de lo que imaginamos. Él sabe de qué tenemos miedo, y su gracia es mucho mayor que nuestro miedo. Él permanece entre nosotros y dentro de nosotros para ayudarnos a lograr aquello a lo que nos llama. Pidamos hoy la gracia de anunciar que el reino de Dios está cerca, y no tengamos miedo de salir y anunciar esa Buena Noticia al mundo. Amén

Dios nos bendiga.




miércoles, 2 de octubre de 2024

Llamados a dejarnos ayudar y cuidar por los Ángeles Custodios

Memoria de los Santos Ángeles Custodios

«Pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre » Mateo 18,10 

Todos somos hijos del Señor. Dios es nuestro Padre, nosotros somos sus hijos. En el Evangelio, cuando los discípulos le preguntan a Jesús quién es el más grande en el reino del Señor, Jesús explica que la “grandeza” de la que hablan los discípulos es un deseo y un concepto terrenal, ya que los “más grandes” a los ojos del Señor son aquellos que son sus hijos: humildes, amorosos, inocentes, obedientes y servidores deseosos. Esos son los que entrarán en el reino y esos son los que mirarán al Señor todos sus días. Hoy celebramos la Fiesta de los Ángeles Custodios, los ángeles que velan y cuidan de nosotros, que nos ayudan en nuestras oraciones y cuando llega el momento ellos presentan nuestras almas al Señor en el juicio final. Dios nos da un ángel guardián para ayudarnos, para que podamos regresar a casa con él, el Señor quiere que todos sus hijos estén con él en el reino por la eternidad. Pidamos hoy la gracia por la intercesión de los Ángeles Guardianes si queremos estar con Cristo para siempre en el cielo de comprender que somos hijos de Dios y que él es nuestro Padre, solo debemos mantener nuestros ojos puestos en él para recibir guía y fortaleza, y dejar de lado el orgullo y el deseo de grandeza terrenal.
Santos Ángeles Custodios, ¡ruega por nosotros! 

Dios nos bendiga.




martes, 1 de octubre de 2024

Llamados a confiar y a abandonarnos a la libertad que se encuentra en Cristo

Memoria de Santa Teresita del Niño Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia

«Jesús se volvió y los reprendió, y ellos se fueron a otro pueblo» Lucas 9,56

El propósito de Dios para nosotros es más grande que cualquier adversidad. Tanto amor tuvo y tanta misericordia extendió el Padre, que el Hijo de Dios bajó del cielo para asumir nuestra humanidad, para que pudiéramos vivir con él para siempre. Jesús está aquí para nosotros siempre, y confiar en él y entregar nuestros miedos, dudas, ansiedades y cargas nos da una libertad para vivir en él que supera cualquier otra forma de vida. Santa Teresita del Niño Jesús, también conocida como la Pequeña Flor, es alguien que entendió esto completamente y lo vivió explícitamente, por eso la Iglesia la celebra hoy, y su apodo habla de su inspiradora espiritualidad de sencillez: a pesar de una vida corta, complicada –a veces– por el peso insoportable del sufrimiento físico, buscó la santidad haciendo actos de amor aparentemente pequeños todos los días. Su confianza en Jesús y su entrega a Él fueron la piedra angular de su vida de fe, y es conocida por ver siempre la belleza y la alegría en la vida. Incluso con las pruebas que enfrentó, tenía un fuerte sentido de propósito y de la voluntad de Dios para ella. Las dificultades que enfrentamos son reales. Las pruebas que soportamos son reales. Pueden ser dolorosas, destructivas e incluso hacer que a veces nos sintamos como Job, lamentando el día de nuestro nacimiento y el sufrimiento de los inocentes. Pero la vida y la muerte de Jesús, y las vidas de Santa Teresita y de tantos otros santos, nos muestran que el propósito de Dios es mayor que cualquier dificultad. Esta Eucaristía que celebraremos es un regalo tangible que nos ayuda a recordarlo. Nos da fuerza en el camino, nos llena de la gracia de Dios, nos ayuda a confiar y a abandonarnos a la libertad que se encuentra en Cristo. Santa Teresita del Niño Jesús, ¡ruega por nosotros!

Dios nos bendiga.





jueves, 26 de septiembre de 2024

llamados a buscar al Señor para conocerlo y amarlo

Memoria Opcional de Santos Cosme y Damián, Mártires

«¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas? Y tenía curiosidad de ver a Jesús» Lucas 9,9

En el Evangelio de hoy, Herodes expresa curiosidad por saber quién es Jesús más bien por razones políticas y de autoconservación, que por algún deseo de arrepentirse y creer en el Evangelio, Herodes como muchos hoy quería ver y escuchar esta novedad de un hombre y discernir qué amenaza puede representar Jesús para él, no puede, o no quiere, ver u oír a Jesús como realmente es, el Hijo de Dios. Hoy son muchos los que buscan saber quién es este Jesús y oír lo que tiene que decir y ver su presencia entre nosotros, sin embargo, gracias a Dios para un cristiano es más que curiosidad, porque anhelamos la plenitud de vida que viene de Dios y solo de Dios y de la que sólo vislumbramos mientras vivimos aquí en la tierra. Lo percibimos cuando celebramos los sacramentos y entramos en comunión con él. Así como los santos y mártires debemos buscar al Señor para conocerlo y amarlo por toda la eternidad y al igual que a los Santos Mártires Cosme y Damián no se nos promete la felicidad hoy, sino una eternidad de felicidad con Jesús en el paraíso. Por impulso del Espíritu Santo, nos sentimos movidos a buscar a Dios donde sea posible encontrarlo, deseando conocerlo más y crecer en el conocimiento y amor por él. Herodes estaba interesado sólo en el momento. Nosotros, que amamos a Cristo, estamos interesados en cada momento. Pidamos por la intercesión de los Santos Mártires Cosme y Damián que nuestros ojos y oídos anhelen siempre ver y escuchar a Aquel que nos ofrece plenitud de vida.
Santos Mártires Cosme y Damián, rueguen por nosotros.

Dios nos bendiga





lunes, 23 de septiembre de 2024

Llamados a responder generosamente a compartir la luz de Cristo

Memoria de San Pío de Pietrelcina, presbítero

«Nadie que enciende una lámpara la esconde en un recipiente o la pone debajo de la cama» Lucas 8,16

Hoy estamos invitados a dar una respuesta generosa al llamado de compartir la luz de Cristo. El reino se nos revela, su luz nos guía por el camino correcto y genera esperanza para nuestra salvación y la del mundo entero, Cristo, vivo en nuestros corazones, es la luz que brilla y toca a quienes nos rodean, nuestra respuesta a la luz de Cristo comienza en nuestro corazón, al permitir una conversión cada vez más profunda, a un conocimiento y amor cada vez más profundos del Señor ya que partir de esta experiencia, podemos salir y compartir con los demás lo que hemos recibido. Hoy celebramos la memoria de San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, quien es un maravilloso ejemplo de lo que significa ser auténtico al compartir la luz de Jesús. A pesar de la persecución y los ataques espirituales, fue valiente al predicar el mensaje de perdón y conversión de Cristo a todos los que conoció. Pidamos su intercesión mientras buscamos tener una respuesta generosa al llamado de compartir la luz de Cristo.
¡San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros!

Dios nos bendiga.





sábado, 21 de septiembre de 2024

llamados a a responder a la llamda del Señor como San Mateo

Fiesta de San Mateo, Apóstol y Evangelista

«Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores» Mateo 9,13

Hoy, en la fiesta de San Mateo, nuestras lecturas comparten un énfasis en el “llamado”. Nuestro pasaje del Evangelio es tradicionalmente conocido como el llamado de Mateo. En él, Jesús simplemente dice: Sígueme, y Mateo lo hace. Cuando los fariseos ven que Jesús está comiendo con pecadores y recaudadores de impuestos, interrogan a sus discípulos. Jesús los escucha y es él quien responde diciendo: Misericordia quiero, no sacrificio. No he venido a llamar a justos sino a pecadores. Los que están bien no necesitan médico, sino los enfermos. Los justos no necesitan un Salvador, sino los pecadores. Nosotros también somos pecadores que necesitamos un Salvador, y Jesús es la misericordia de Dios que viene a morar y salvar. Como Mateo, hemos sido elegidos y hemos respondido al llamado de Jesús para seguirlo. No podemos lograr esto por nosotros mismos. Dios proporciona la gracia que hace posible la unidad. Nos ha dado a cada uno de nosotros dones para servir a la Iglesia y a los demás y para construir el Cuerpo de Cristo. En el bautismo hemos sido llamados por nuestro nombre. Con la ayuda del Señor, que podamos vivir de una manera digna de ese llamado. San Mateo, ¡ruega por nosotros!

Dios nos bendiga.




viernes, 20 de septiembre de 2024

Llamados a seguir el ejemplo de los santos mártires

Memoria de San Andrés Kim Taegon, presbítero y San Pablo Chong Hasang y Compañeros, Mártires

«Jesús comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios» Lucas 8,1

Hoy celebramos la fiesta de varios mártires de la Iglesia primitiva en Corea. San Andrés Kim Taegon, presbítero y San Pablo Chong Hasang y compañeros, mártires que trabajaron incansablemente y se sacrificaron mucho para que la Iglesia se estableciera y creciera en Corea. San Juan Pablo II los describió como «levadura» para la Iglesia cuando los canonizó durante su pontificado, diciendo: «La muerte de los mártires es similar a la muerte de Cristo en la cruz, porque, como la suya, la de ellos se convirtió en el comienzo de una nueva vida, pero esta nueva vida no se manifestó solo en ellos mismos –en aquellos que sufrieron la muerte por Cristo– sino que se extendió también a otros. Se convirtió en la levadura de la Iglesia como comunidad viva de discípulos y testigos de Jesucristo». Es una etiqueta adecuada teniendo en cuenta que sería difícil saber si la Iglesia estaría en Corea sin su trabajo. Antes de ser mártires, estos misioneros y evangelistas vivieron, viajaron y compartieron el Evangelio tal como se hacía en los primeros tiempos. El pasaje del Evangelio de hoy nos cuenta cómo Jesús viajaba de aldea en aldea con los Doce Apóstoles, María Magdalena, Juana, Susana y otros. No conocemos todos los detalles de su viaje misionero, pero podemos imaginar que ciertamente experimentaron alegrías y peligros a lo largo del camino. Se cuidaron unos a otros y continuaron su trabajo porque sabían lo importante que era. Nuestra Iglesia de hoy no estaría aquí sin el celo de tantos discípulos, especialmente misioneros. Desde los Apóstoles y sus compañeros hasta San Andrés Kim y sus compañeros, tantas personas han servido como levadura para nuestra Iglesia. Han sido fundamentales para que el Evangelio surja en nuestro mundo. Por supuesto, lo hicieron por la gracia de Dios y la generosidad de tantos. Pidamos por intercesión de los santos mártires la gracia que nos ayude a servir de fermento para la Iglesia.
San Andrés Kim Taegon, presbítero y San Pablo Chong Hasang y compañeros, mártires, rueguen por nosotros.

Dios nos bendiga.




miércoles, 18 de septiembre de 2024

Llamados a crecer en la sabidurí del Señor

Miércoles de la Vigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario

«Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo reconocen» Lucas 7,35

Si queremos seguir verdaderamente a Jesús, necesitamos crecer en sabiduría. Jesús es la personificación de la sabiduría, Él conoce plenamente lo que nosotros solo podemos ver parcialmente y si queremos ser como Jesús, seguirlo verdaderamente, necesitamos crecer en sabiduría. La sabiduría es un don que viene de la experiencia y de dejar que Dios nos forme, si estamos abiertos a aprender a través de nuestros sufrimientos, alegrías, pérdidas y ganancias, creceremos en conocimiento y comprensión de los caminos del Señor y su plan de salvación, Dios nos dará los dones espirituales de fe, esperanza y amor: las claves de la verdadera sabiduría. La sabiduría nos enseña que Dios es el único que ve con claridad. No importa cómo nos parezca algo, confiamos en que Dios está obrando y aprendemos a estar abiertos al misterio, a las sorpresas y a esperar lo inesperado cuando se trata de Dios. Pidamos hoy a Jesús su sabiduría para ver cómo él ve y pidámosle que nos ayude a reconocer su presencia dondequiera que lo encontremos cada día. Amén.

Dios nos bendiga.





martes, 17 de septiembre de 2024

Llamados a dejarnos cuidar y levantar por Jesús

Martes de la Vigésimo Cuarta Semana del Tiempo Ordinario

«Joven, a ti te digo: levántate» Lucas 7,13

Cuando Jesús resucita al hijo de la viuda, restablece su relación, pero también restablece la seguridad y el lugar de la mujer en el mundo. Como viuda, es extremadamente vulnerable a las desgracias económicas y culturales, pero con un hijo vivo tiene un cuidador y un defensor y alguien con posición social y legal en la comunidad, Jesús la ha salvado; la ha redimido con su poder sobre la muerte. El poder de Jesús sobre la muerte nos ha salvado del destino de una antigua viuda del Cercano Oriente, nosotros también tenemos un cuidador y un abogado; tenemos un lugar ante el trono de Dios, somos salvos; Jesucristo nos ha redimido con su gracia y misericordia. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en el drama de la salvación porque en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo Cuerpo y a todos se nos dio a beber de un solo Espíritu, la Buena Nueva de la salvación se ha hecho visible en señal y en hechos. Cristo resucitó y nos llama a levantarnos del pecado y entrar en ese lugar que ha creado para nosotros. Amén

Dios nos bendiga.







sábado, 14 de septiembre de 2024

Llamados a encontrar nuestra identidad de cristianos en la Santa Cruz

 Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz

«Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único» Juan 3,16

La Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz nos ofrece un tiempo para reflexionar sobre la belleza de nuestra redención. Dios estuvo dispuesto a sacrificar a su Hijo único para que tuviéramos vida eterna. Dios es fiel y su amor por nosotros supera nuestra comprensión. La Santa Cruz, por la que Jesús redimió al mundo, es digna de alabanza y exaltación. Que la fiesta de hoy nos ayude no sólo a profundizar nuestra comprensión del amor de Dios, sino también nuestra capacidad de vivirlo en el mundo.
Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Dios nos bendiga




viernes, 13 de septiembre de 2024

Llamados a vivir y compartir la palabra Señor

Memoria de San Juan Crisóstomo, Obispo y Doctor de la Iglesia

«¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego?» Lucas 6,39

Para difundir verdaderamente la palabra del Señor, debemos vivirla. La Iglesia celebra hoy a San Juan Crisóstomo, un predicador valiente que era conocido por “consolar a los afligidos y afligir a los cómodos” con su honestidad controvertida y la forma en que desafiaba la hipocresía. San Juan Crisóstomo lidió con juicios severos e incluso fue exiliado porque habló en contra de la riqueza y la avaricia, enfureciendo a sus enemigos ricos. No tenía dobles estándares y defendía la fe con valentía. San Juan Crisóstomo vivió para el Señor y difundió su palabra a todos los que lo escucharan. Esto es lo que estamos llamados a hacer, y nuestras lecturas de hoy nos brindan ayuda para hacerlo. En el Evangelio, Jesús también enfatiza esta idea de evitar la hipocresía cuando aconseja: “Saca primero la viga de tu ojo; entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”. En otras palabras, en lugar de perder el tiempo juzgando a los demás, debemos preocuparnos por nosotros mismos y preparar nuestros propios corazones y mentes para el Señor. Cuando libramos nuestras propias vidas del pecado, podemos trabajar para ayudar a otros a hacer lo mismo a través del ejemplo. El Señor nos ha dado su palabra, y para compartirla verdaderamente debemos vivirla. San Juan Crisóstomo, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga





jueves, 12 de septiembre de 2024

Llamados a amar como Jesús nos ama

Jueves de la Vigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario

«Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa» Lucas 6,35

Hoy Jesús nos habla de cómo debemos relacionarnos y amarnos unos a otros. Pero para los discípulos, su llamado a “amar a los enemigos, orar por los que os odian, poner la otra mejilla, dar la túnica y prestar sin esperar nada a cambio” habría sonado irracional, por no decir francamente confuso y sin sentido. Pero Jesús, proclama una nueva enseñanza, una enseñanza que, según él, sería recompensada en gran medida y nos ayudaría a ser misericordiosos como el Padre es misericordioso y a amar como Dios nos ama y cómo ese amor está diseñado para que participemos en él y si lo permitimos, nos transformará y nos ayudará a vivir de la misma manera que Jesús nos exhorta a hacerlo. Habrá momentos en nuestra vida en los que practicar el tipo de amor al que Cristo nos llama puede ser un gran desafío, este recordatorio es también para nosotros: el amor edifica y si uno ama a Dios, es conocido por él… hay un solo Dios, el Padre… para quien existimos. Amén

Dios nos bendiga





miércoles, 11 de septiembre de 2024

Llamados a ser Bienaventurados dependiendo totalmente de Dios

Miércoles de la Vigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario

«Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios» Lucas 6,20

Hoy las enseñanzas de Jesús en el Evangelio pueden sonar bastante extrañas para nuestros oídos modernos. Normalmente no pensamos en la pobreza, el hambre o la tristeza como momentos de bendición, por el contrario, tendemos a verlas como condiciones que se deben evitar a toda costa, pero tampoco pensamos en la riqueza o la felicidad como cosas de las que hay que arrepentirse o evitar. Entonces, ¿por qué Jesús cambiaría nuestra forma natural de pensar humana? Hoy Jesús nos recuerda, de una manera muy particular con las Bienaventuranzas, que sólo en los momentos de verdadera necesidad espiritual, emocional y física nos damos cuenta de nuestra total dependencia de Dios, y solo con su gracia, podemos encontrar el valor y la fuerza para recurrir a él en esos momentos difíciles. Pidamos la gracia de pensar en Dios en todo momento y en la bendición que sólo él puede dar y no poner nuestra confianza en lo que tenemos, especialmente en las cosas materiales de este mundo, pero cuando nuestro corazón y nuestra vida se desgarran a causa de la tristeza o el dolor, podemos buscar al Señor y conocer la bendición que él ofrece. Amén

Dios nos bendiga




martes, 10 de septiembre de 2024

Llamados a responder a la llamada del Señor

Martes de la Vigésimo Tercera Semana del Tiempo Ordinario

«Llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles» Lucas 6,13

Al igual que los priomeros apóstoles hemos sido elegidos por el Señor y somos su deleite. La Iglesia está en el mundo, pero no es del mundo, esta es la tensión paradójica que experimenta todo aquel que forma parte de la Iglesia. Nos reunimos en este lugar santo para dar gracias a Dios y nutrirnos de la palabra de Dios y del cuerpo y la sangre de Cristo, pero no estamos destinados a quedarnos aquí, somos enviados al mundo para continuar la misión de Jesús de llevar su mensaje de amor y esperanza a todas las partes del mundo. Nuestra labor se lleva a cabo en el mundo, al amar y cuidar todo lo que Dios ha creado, honramos al Dios que está con nosotros. Lo hacemos porque todos somos el pueblo elegido de Dios, bautizados en el Espíritu Santo, tal como hizo con los Doce, el Señor nos llama por nuestro nombre, nos acompaña, como lo hizo con ellos, y está con nosotros, hemos muerto a las viejas costumbres y ahora nos revestimos de Cristo, por eso debemos caminar siempre como su luz, manteniendo viva esa llama en nuestros corazones. Las luchas que enfrentamos hoy no son nuevas para la Iglesia, pero son garantía de que tendremos un futuro en el reino de los cielos cuando llegue el momento de su cumplimiento. Y nosotros también, si nos aferramos a nuestra fe y a las promesas de nuestro bautismo. Amén

Dios nos bendiga.




sábado, 7 de septiembre de 2024

Llamados a la unidad por medio del amor salvador del Señor

Sábado de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario

«El Hijo del hombre también es dueño del sábado» Lucas 6,5

Como cristianos, estamos unidos en torno al amor salvador de Jesucristo. Hoy somos llamados a centrarnos en Jesús, en lo que él le está pidiendo a los fariseos: “¿Todavía no lo entienden? Mantengan su enfoque en mí, el Señor del sábado”. Su hipocresía ha causado obstáculos al pueblo judío y han inculcado una ceguera y sordera espirituales que sólo el poder salvador de Cristo puede superar. Y una vez más se nos muestra que el Señor nunca niega su gracia, misericordia, ayuda, instrucción o deseo de unidad a nadie que se encuentra con él. Los fariseos serán los que lo condenen, pero a cada paso Jesús les ofrece la Buena Nueva. Nuestra Iglesia y nuestro mundo a menudo están profundamente divididos. Pero sabemos cómo discípulos de Cristo que lo más importante que podemos hacer es mostrar nuestro compromiso de seguir el Evangelio con nuestras palabras y acciones. Pidamos hoy la gracia de unirnos en torno a nuestra creencia compartida en el amor salvador y sacrificatorio de Jesús y extendamos ese mismo amor humilde y sacrificatorio unos a otros y al mundo que nos rodea. Amén

Dios nos bendiga





viernes, 6 de septiembre de 2024

Llamados a dejar que el amormotive todo lo que decimos y hacemos

Viernes de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario

«Vendrá un día en que les quiten al esposo, y entonces sí ayunarán» Lucas 5,35

Jesús hoy nos recuerda que el único juicio que nos debe importar es el de él. La sociedad no siempre ve con buenos ojos la vida cristiana cuando nos encontramos con personas que no entienden el amor de Dios y cómo es ese amor verdadero, puede resultar difícil no sentirse perseguido o impedido al intentar hacer cambios para practicar mejor ese amor en nuestras vidas y en nuestras comunidades. En el Evangelio de hoy, las propias prácticas de Jesús son cuestionadas por los escribas y fariseos, pero Jesús les explica que la fidelidad de sus discípulos no se define por si ayunan o no, sino por cómo viven sus vidas y cómo practican lo que él les ha enseñado, ósea ellos se dejan guiar por el amor. Para que los escribas y fariseos interioricen verdaderamente las palabras de Jesús, se necesita el don de la humildad, aunque también nosotros nos falta humildad cuando somos tercos y orgullosos y reacios al seguir al Señor. Pidamos hoy la gracia para crecer y fomentar una motivación interior de amor que impulse todo lo que decimos y hacemos y así poder estar dispuestos a dejar de lado nuestros miedos a los juicios de los demás, porque el único juicio que importa es el del Señor. Amén

Dios nos bendiga




miércoles, 4 de septiembre de 2024

Llamados a santificar nuestros pequeños actos de bondad

Miércoles de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario

«Jesús, de pie junto a ella, mandó con energía a la fiebre, y la fiebre desapareció» Lucas 4,39

Jesús cura la fiebre a la suegra de Simón Pedro, un detalle muy significativo. La suegra de Simón Pedro era alguien a quien Jesús conocía y la curó por intercesión de otros. Al sanar a de una fiebre a la suegra de Pedro el Señor santificó los pequeños actos de bondad que hacemos en nuestra vida cotidiana, además nos invita a prestar atención a la necesidad de las personas que nos rodean y las ayudemos cuando podamos. Pidamos hoy la gracia de relacionarnos con Jesús de la misma forma que Él se relaciona con nosotros especialmente a través de las pequeñas cosas que marcan la diferencia. Amén

Dios nos bendiga.




martes, 3 de septiembre de 2024

Llamados a continuar difundiendo la Buena Nueva Jesús a los demás

Memoria de San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia

«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido» Lucas 4,18

Decir que Jesús habla con autoridad no es una novedad para nosotros, pero ciertamente lo fue para la gente de Cafarnaúm en el Evangelio de hoy. Jesús libera a un hombre del espíritu de un demonio inmundo, la gente está asombrada y se pregunta: ¿Qué hay en su palabra? Porque con autoridad y poder ordena a los espíritus inmundos, y salen. Los exorcismos no eran algo inaudito en el tiempo de Jesús, el conocimiento de los demonios y los medios para oponerse a ellos eran una parte integral de la cultura del antiguo Oriente Próximo, lo que asombraba a las multitudes era cómo lo hacía Jesús. Y aunque no todos en Cafarnaúm creían en Jesús o lo entendían, se sentían obligados a hablar de lo que veían. En los tiempos modernos, la voz de Jesús a menudo se ve eclipsada por el ruido de este mundo y aunque sus palabras pueden ser escuchadas por quienes escuchan, su autoridad es ignorada o negada por muchos. Pidamos por intercesión de San Gregorio Magno de comprender que depende de nosotros hoy continuar difundiendo la Buena Nueva Jesús a los demás a través de nuestras palabras y nuestras acciones y para hacer eso, podemos invocar al Espíritu Santo para que nos dé el coraje y la sabiduría que necesitamos, con el Espíritu podemos entender las cosas que él dice, que Dios nos dio gratuitamente, y podemos decirlas no con palabras de sabiduría humana sino con palabras enseñadas por el Espíritu. Las palabras de Jesús todavía tienen autoridad, pero ahora más que nunca debemos asegurarnos de que sean escuchadas.
San Gregorio Magno, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga.




lunes, 2 de septiembre de 2024

Llamados a dejarnos transformar por la Palabra de Dios

Lunes de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario

«Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura, que ustedes acaban de oír» Lucas 4,21

Hoy Jesús nos recuerda que el Espíritu Santo habita en plenitud en Él y es Él quien lo envía a los que creen en Él. Gracias al Espíritu Santo las palabras del Evangelio tienen una actualidad eterna y un poder transformador en quienes la escuchan. Dios no habla a nuestros oídos, sino a nuestro corazón. Abramos nuestro corazón a las palabras de Jesús que nos sana, perdona y libera, para poder hacer nostros lo mismo con los demás. Pidamos la gracia al Espíritu Santo de siempre estar atento a la Palabra de Dios más allá de la particularidad de la situación que estemos viviendo. Amén

Dios nos bendiga.





jueves, 29 de agosto de 2024

Llamados a tener miedo de decir la verdad incluso cuando nos cueste

 Memoria de la Pasión de San Juan Bautista

«Juan le decía: No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano» Marcos 6,18

Hoy celebramos la memoria de la Pasión de San Juan Bautista. El relato de Marcos sobre el arresto y ejecución de Juan también apunta hacia la muerte de Jesús. En el Evangelio de hoy, escuchamos que el rey Herodes consideraba a Juan un hombre justo y santo y disfrutaba escuchándolo hablar. Cuando la hija de Herodías pide la cabeza de Juan Bautista, Herodes se angustia profundamente. Sin embargo, a pesar de sus opiniones personales sobre Juan, Herodes no puede romper su juramento a la muchacha delante de sus invitados. Herodes envía a Juan a ser ejecutado para salvar las apariencias, de manera similar a como Pilato enviará a Jesús a ser crucificado para satisfacer a las multitudes. Al final de la historia, los discípulos de Juan toman su cuerpo y lo ponen en una tumba, lo mismo harán los discípulos de Cristo después de su crucifixión. En su vida, como en su muerte, Juan Bautista señaló a Cristo, el relato de Marcos nos recuerda que las figuras proféticas aquellos que dicen la verdad a los poderosos pueden esperar sufrir e incluso morir cuando las personas en el poder están más preocupadas por su reputación que por la verdad, por eso si queremos seguir el ejemplo de Juan, no podemos tener miedo de decir la verdad, de enfrentarnos a la injusticia incluso cuando nos cueste. Es una tarea abrumadora, pero como escribe Pablo en su Carta a los Corintios, Dios es fiel. En Cristo tenemos todos los dones espirituales que necesitamos para mantener nuestra fe firme hasta el final. 
San Juan Bautista, ¡ruega por nosotros!

Dios nos bendiga




miércoles, 28 de agosto de 2024

Llamados a ser justos para vivir como Dios quiere

Memorial de San Agustín Obispo y Doctor de la Iglesia

«Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque son semejantes a sepulcros blanqueados» Mateo 23,27

Hoy Jesús nos recuerda que los humanos pueden llegar a ser hipócritas pero que en Dios nunca encontraremos hipocresía porque Dios es perfecto y cuando nos dice algo podemos confiar en que sea verdadero y constante. Dios nos ha dicho que nos ama y nunca nos abandonará, Dios nos ha dicho que debemos amarlo con todo nuestro corazón, mente y fuerza, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Hay más de estas palabras de verdad, y podemos encontrarlas en las páginas de la Biblia. Cada uno estamos trabajando en cómo vivir como Dios nos ha dicho. Y al igual que San Agustín, podemos reconocer que no somos perfectos, pero sería justo decir que lo intentamos en su mayor parte, y generalmente vivimos de la mejor manera que podamos. Oremos los unos por los otros, para que podamos esforzarnos por servirnos unos a otros y al Señor lo más honesta y sinceramente posible.
San Agustín, ruega por nosotros!

Dios nos bendiga.





martes, 27 de agosto de 2024

Llamados a limpiar el interior de nuestro corazón

Memorial de Santa Mónica

«¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera» Mateo 23,26

Hoy Jesús corrige severamente a los escribas y fariseos y quizás, incluso, a nosotros en ocasiones. Hipocresía e injusticia, autenticidad y rectitud, son cuatro términos relacionados, pero opuestos, el cristianismo es más grande que todos estos, pero sirven para ayudarnos a examinar nuestros corazones y afinarlos cuando sea necesario. Jesús mira el corazón, mira lo que está en el interior y no lo que está en el exterior, esto es contrario a lo que la sociedad dice que es la “norma”, puede ser cada vez más fácil, especialmente en el mundo de hoy, hacernos quedar bien por fuera para que la gente nos preste atención y piense mejor de nosotros, quizás, incluso para parecer más piadosos. Puede que nos preocupe que nos consideren “menos que” y por eso optamos por los bienes temporales en lugar de los eternos, puede que escuchemos mensajes que nos dicen que el juicio significa cancelación, que la venganza es mejor que la misericordia y que la libertad es más importante que la fidelidad, pero Jesús desea un corazón que esté completamente entregado a él. Pidamos hoy por intercesión de Santa Mónica la gracia de que nuestra primera prioridad debe ser limpiar el interior de nuestro corazón, poner nuestro corazón en línea con Dios y nuestras acciones, lo que está en el exterior seguirán naturalmente y así no caer en este modo de ser y limpiemos nuestro corazón para que nuestras acciones sean más como las de Cristo, una vez que limpiemos nuestro corazón, nuestro ser exterior se limpiará y permanecerá así durante mucho más tiempo. Santa Mónica, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga.





lunes, 26 de agosto de 2024

Llamados a poner al Señor en primer lugar de nuestra vida

 Lunes de la Vigésimo Primera Semana del Tiempo Ordinario

«¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les cierran a los hombres el Reino de los cielos!» Mateo 23,13

En el pasaje del Evangelio de hoy Jesús pronuncia una serie de “¡Ay de ustedes”. ¡Ay de ustedes es un término que indica calamidad, aflicción, desgracia y sufrimiento. No hay nada positivo en ¡Ay de ustedes. Las palabras de Jesús a los escribas y fariseos dejan claro que sus prioridades se han desalineado, y que con más frecuencia su interés está en el poder, no en ayudar a otros a acercarse a Dios. Consideremos cómo las advertencias de Jesús a ellos podrían ayudarnos a corregir nuestro rumbo. Primero, podríamos reflexionar sobre si hacemos algo que impida que otros alcancen el reino de los cielos. Segundo, podríamos considerar si compartimos nuestra fe con otros de una manera que los anime a acercarse a Dios. Finalmente, podemos pensar en nuestras prácticas religiosas. Si hemos perdido el foco en ellas, tomémonos un momento para intentar recuperar el significado que hay detrás de ellas. Pidamos hoy la gracia de considerar lo que Dios nos pide que prioricemos, demos gracias por la Eucaristía porque en ella tenemos la oportunidad de volver a ponernos en forma y poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas. Amén.

Dios nos bendiga.




sábado, 24 de agosto de 2024

Llamados para conocer y llevar a Jesús a los demás

Fiesta de San Bartolomé, Apóstol

«Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver» Juan 1,50

Hoy Jesús nos recuerda que Dios nos conoce desde el principio, anhela mostrarnos su gloria. Hoy celebramos la fiesta del apóstol San Natanael o Bartolomé. En la vida, somos como los apóstoles Felipe y Natanael, cuando se nos pide que llevemos a otros a Cristo, y cuando en otras ocasiones somos llamados por amigos, familiares o extraños para encontrarnos con Cristo de una manera nueva o más profunda. Pidamos la gracia de responder como San Bartolomé cuando Jesús nos llame más cerca de él o alguien nos llame en nombre de Cristo a una relación más profunda con nuestro Señor.
San Bartolomé, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga.




viernes, 23 de agosto de 2024

Llamados a amar bien aquí en la tierra para amar en el cielo

Memoria opcional de Santa Rosa de Lima, Virgen

«Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos» Mateo 22,14

Dios quiere vida para nosotros, incluso en la muerte. Envió a su único Hijo para mostrárnoslo; no quiere nada más que nuestra salvación. El Evangelio nos explica cómo acogemos ese don y participamos de esa salvación. Allí, Jesús enuncia los dos mandamientos más importantes: amar a Dios con todo el corazón, con cada aspecto de nuestro ser, y amar al prójimo como a nosotros mismos. Al recibir estos dos mandamientos, se nos muestra la conexión inextricable entre los dos. Todos estamos hechos a imagen de Dios, y si no amamos a nuestro prójimo, entonces no estamos amando a Dios. Y si no amamos a Dios, no podemos amar a nuestro prójimo. El Señor quiere que vivamos y compartamos su amor para poder darnos la bienvenida de regreso a su hogar para siempre. Para esto nos hemos dado el uno al otro: para vivir con él y amarlo. Pidamos por intercesión de Santa Rosa de Lima que comprendamos que sólo amando bien aquí en esta vida podremos amar bien en la próxima. La práctica hace al maestro, por eso, que el Señor nos dé muchas personas a quienes amar. Santa Rosa de Lima, ruega por nosotros.

Dios nos bendiga





jueves, 22 de agosto de 2024

Llamados a aceptar y participar del banquete de la salvación

Memorial de la realeza de la Bienaventurada Virgen María

«Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos» Mateo 22,14

Hoy Jesús nos invita a participar en su banquete eterno. Como los invitados a la fiesta de bodas del rey en el Evangelio de hoy nosotros también podemos aceptar o no la invitación, si la aceptamos tenemos que asistir y asistimos en la forma en que vivimos nuestras vidas como discípulos fieles, primero, en nuestro bautismo, y luego diariamente en nuestras palabras y acciones, y en nuestra participación en la vida sacramental de la Iglesia, respondemos a la generosidad del Padre al no permitir que las cosas de este mundo pasajero prevalezcan sobre nuestra aceptación de la invitación y al vestirnos con el atuendo apropiado del reino: actos de adoración, misericordia y amor. Hoy la Iglesia celebra la realeza de María, la que aceptó por primera vez la invitación al banquete y vivió con todo el corazón su vida participando en él y preparándose para él. Pidamos por la intercesión de la Virgen María que el Señor nos conceda la gracia de hacer lo mismo que ella.
¡Santísima Virgen María, ruega por nosotros!

Dios nos bendiga




miércoles, 21 de agosto de 2024

Llamados a ser justos y misericordiosos como Dios

Memoria de San Pio X, Papa

«Los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos» Mateo 29,16

Hoy Jesús nos invita a dar gracias por el don del reino de Dios entre nosotros y a usar este don para la gloria de Dios y el bien de todos sean primeros o últimos. Tal vez en alguna ocasión nos hemos sentido como los primeros obreros de la parábola, pero como cristianos no podemos buscar más por más y querer ocupara el lugar que le corresponde a Dios sólo por el hecho de ser los primeros... Pidamos hoy por la intercesión de San Pio X la gracia de imitar siempre la justicia y la generosidad de Dios con todas las personas. Papa San Pio X, ruega por nosotros. 

¡Dios nos bendiga!